las brechas e cobertura y equidas
la población en edad escolar de 0 a 16 años en e peru es de 1o10' 150'250'el % esta en la sona urbana
y 34 %en el sona rural la matricula en en la educación basica es asta los 16 años es de 7456'519' lo que remplasa el 39 %.
tenes pues deficit de obertura del 27% que se ubica en tres areas criticas educacion inicial segundaria rural personas con discapacidad a ello se añade en problema de analfabetismo
la educacion inicial contituye el primer nivel de la educacion básica regular atiende a los niños serca de 2 a años de forma no escolarizada
La Educación en el Perú está bajo la jurisdicción del Ministerio de Educación, el cual está a cargo de formular, implementar y supervisar la política nacional de educación.1 De acuerdo a la Constitución, la educación inicial, primaria y secundaria es obligatoria. En las instituciones del Estado Peruano es gratuita. Las universidades públicas garantizan el derecho a educación gratuita a los estudiantes que tengan un satisfactorio rendimiento académico, sin estar condicionada al nivel socio-económico del estudiante.2
El sistema educativo se caracteriza por un bajo desempeño en rendimiento escolar.3 La falta de políticas educativas estables y la presencia de escuelas privadas de baja calidad impiden un eficiente sistema
peruanos del siglo XX,
cuyo pensamiento pedagógico, es posible reconocer a través de tres experiencias
educativas distintas. Pero cada una de ellas guarda una estrecha relación con
las otras y tienen en esencia, una sola proyección histórica. Las diferentes
acciones educativas están situadas en concomitantes ámbitos geográficos y
culturales. Primero empezó por teorizar y llevar a la práctica, una educación
rural moderna que reivindicó a las personas más humildes, invisibilizadas por
el sistema. Revaloró la cultura y le devolvió el auténtico valor humano que
tienen las lenguas ancestrales como son el aymara y el quechua. En el ámbito
urbano, el centro educativo a su cargo lo convirtió en un auténtico laboratorio
pedagógico. Finalmente, como funcionario redactó importantes textos para formar
a maestros, cuya misión histórica fue transformar la dura y dolorosa realidad
peruana.
Empezó desde la base social formulando una pedagogía auténticamente renovadora y humanista, hasta llegar a la cúspide de la organización piramidal del sistema oficial educativo peruano. Primero, intervino en la organización de la Nueva Escuela Rural, participando como docente en la formación de maestros de los Núcleos Escolares Campesinos. Segundo, tuvo a su cargo la fundación y funcionamiento del Instituto Experimental de Educación Primaria de Puno, convirtiendo a ese centro educativo en una nueva experiencia pedagógica en América Latina. Tercero, redactó un texto que se refiere a la estructuración de una guía y estrategia para el aprendizaje. Es decir, creó un instrumento pedagógico, para que los maestros tomen conciencia de la realidad nacional y puedan transformarla para hacer del Perú, una nación con niños libres y sanos, pero sobre todo, con los mismos derechos de acceso a los bienes intelectuales y materiales.
Una lectura de sus libros sobre educación, pedagogía, metodología y el sistema educativo, sobre todo en lo referente a sus reflexiones en torno a sus experiencias pedagógicas, denotan la asimilación intelectual de los educadores clásicos del siglo XX. Sin embargo, no adoptó el pensamiento pedagógico de ninguno de ellos, sino que decidió transitar por una vía propia y distinta, de acuerdo a la realidad social del medio en que ejerció la función de líder y educador. No obstante, lo más destacable es que le dio continuidad en el tiempo histórico, a la obra pedagógica iniciada por Telésforo Catacora y José Antonio Encinas, quien alentó con entusiasmo la labor de José Portugal Catacora, porque el hecho de establecer niveles de aprendizaje en la educación primaria, significó una novedosa experiencia educativa.
Pero no todos los docentes, maestros, funcionarios y ministros de educación, alcanzan a formular o a tener un pensamiento pedagógico. El pensamiento pedagógico de un maestro viene a ser, el hecho de reconocer sus nuevos y singulares aportes realizados en materia educativa, en un determinado contexto cultural. Es el resultado de un proceso de reflexión, sobre una experiencia inédita en materia de una educación liberadora. Viene a ser la posibilidad de sistematizar la función pedagógica, que ha ejercido un maestro en un tiempo determinado, tomando en cuenta los fines y objetivos que se haya propuesto. Finalmente, el pensamiento pedagógico de los grandes educadores, tiene que ver con el compromiso respecto a la sociedad en la que trabajaron, para transformarla y construir una sociedad justa. Todas estas condiciones y exigencias reúne el pensamiento pedagógico de José Portugal Catacora, teniendo en cuenta que empezó siendo profesor de educación rural y llegó a teorizar, acerca de un distinto sistema educativo peruano, para encarar la realidad social del siglo XX.
En efecto, después de una fecunda experiencia como docente, debido sobre todo a sus estudios y conocimiento de la realidad campesina de Puno, se le encargó desarrollar un curso de orientación pedagógica, durante los cursos de especialización para maestros rurales, el mismo que se desarrolló en la Granja Salcedo en 1946. Todo cuanto se pueda comentar y extraer lo esencial acerca de su pensamiento pedagógico inicial, está expresado en su libro: “Organización de la Nueva Escuela Rural” (1965). Es un texto esencial para analizar su capacidad, inteligencia y humanismo, más aún, para acercarse a su innata vocación para educar a niños rurales pobres, diseminados en la parte sur andina del Perú.
El texto publicado once años después de esa experiencia pedagógica, guarda un proceso de reflexión y distancia que se parece a la que tuvo José Antonio Encinas. Como se sabe, Encinas fue director del Centro Escolar 881 de Puno entre 1907 y 1911. En la nota preliminar dice: “Escrito este libro en París, solo ha podido ser impreso en 1932” (1). Es decir, veintiún años después que dejó Puno. Los Núcleos Escolares Campesinos empezaron a funcionar en 1947, después que se firmara en Arequipa, un convenio entre los ministros de educación Luis Eduardo Valcárcel por el Perú y el mayor Jorge Calero por Bolivia. El presidente del Perú era José Luis Bustamante y Rivero y de Bolivia, Gualberto Villarroel.
Este hecho vino a ser el resultado de las conversaciones y Jornadas de Educción Rural, que se realizaron en la Escuela Indigenal de Warisita (Bolivia). A las exposiciones y conferencias dictadas por José Portugal Catacora, en la Granja Salcedo, asistieron 56 maestros-alumnos, (40 peruanos y 16 bolivianos), después de las cuales se realizaron grandes debates, teniendo en cuenta que se trataba de muchos docentes con gran experiencia educativa.
El maestro puneño, en una parte de la presentación de su libro escribió: “En la actualidad, el personal especializado al servicio de los sesenticinco Núcleos Escolares Campesinos son cerca de trescientos en el Perú. Esta circunstancia nos ha sugerido la idea de presentar esta reimpresión mimeografiada con el objeto de hacer conocer a los nuevos servidores de Educación Rural, la doctrina inicial con que se establecieron los Núcleos Escolares Campesinos y propiciar, a quienes la conocieron, la oportunidad para que puedan hacer un balance entre las teorías primarias y la práctica lograda o los nuevos criterios con que se haya incrementado su adoctrinamiento posterior”. (2)
En lo que se refiere al funcionamiento del Instituto Experimental de Educación Primaria de Puno, el pensamiento pedagógico de Portugal se enmarca dentro de los principios de la Escuela Nueva y los modernos postulados de la educación, las ciencias sociales y la sicología social. Recogió la experiencia de la educación intuitiva que proviene de la cultura aymara y quechua. Los niños en esas culturas no son tratados de acuerdo a la edad cronológica sino en virtud al desarrollo sicológico que experimentan. Desde los cinco años trabajan ayudando a sus padres, luego aprenden los usos y costumbres. La educación, cultura y responsabilidades que tienen está en relación a la madurez que adquieren, es una acción educativa que no ha cambiado mucho. En el Instituto Experimental de Educación Primaria, el aprendizaje era por niveles no por edades, tenía el propósito de vincular al niño con la sociedad en que vive y lo que aprenda, no le sirva solo para pasar de año, sino para la vida.
Para tener una idea amplia acerca de su labor en el Instituto Experimental de Educación Primaria, es necesario tener en cuenta el texto del informe que presentó al Ministerio de Educación (15 de abril de 1956) (3). Lo más importante viene a ser los conceptos en torno al Plan Pedagógico, cuya síntesis puede ser: Reivindicar el quechua y el aymara como instrumento educativo y afianzamiento de la identidad cultural. Educar en función a la madurez sicológica y habilidad de los alumnos. Formar hábitos de trabajo en referencia a la realidad socio-cultural. Ampliar el rol de la escuela social preconizada por Encinas. Aplicar las modernas y nuevas conquistas de las ciencias sociales, sicología y pedagogía del siglo XX. Alentar la vocación de los niños para que desarrollen aptitudes en relación a la creación artística.
Otro importante documento es el presentado al Ministerio de Educación, en el que propuso que el sistema de educación secundaria tuviera el mismo carácter experimental pedagógico. Como dice en su autobiografía (4), fue duramente combatido por un magisterio conservador y ajeno a la necesidad de innovar el sistema educativo. Los alumnos que egresaban de la Escuela Experimental, eran criticados y a veces agredidos por profesores del Colegio San Carlos de Puno, por lo que Portugal, se vio obligado a publicar una carta abierta de protesta para que sus alumnos no fueran maltratados, por algunos profesores que no tenían estudios en materia pedagógica (5).
Al referirse a la estrategia para guiar el aprendizaje, señala que se trata de una experiencia durante su permanencia como funcionario en el Ministerio de Educación, habiendo sido Jorge Basadre, quien le encargó hacer llegar a los maestros peruanos: “Directivas pedagógicas por lo menos una vez al mes. Sin embargo – escribe- Portugal, aquel buen deseo del eminente educador y nuestra disposición favorable no pudieron cumplirse en diez años de nuestra permanencia en el Ministerio de Educación, pues cada vez que lo intentamos nos perdimos siempre en la vorágine de papeles que prima en las gestiones administrativas”. (6)
En la parte introductiva del texto dice: “Todo educador debe tener una clara conciencia de la realidad de su Patria, como condición indispensable para educar con eficacia a las nuevas generaciones; ningún educador que ignore las potencialidades naturales de su país podrá planificar con objetivos concretos sus tareas docentes. Esta premisa exige la necesidad que los educadores, sin excepción, tengan que conocer a la luz de las características de nuestro tiempo la realidad geográfica, económica, histórica, social, cultural, cívica y educacional del pueblo, cuyos hijos han de educarse bajo la acción de su responsabilidad”. (7)
En fin, habría que preguntarse cuál es la situación real ahora de la educación peruana. La respuesta es muy sencilla. Se ha implementado una educación de carácter colonial sin objetivos históricos nacionales. Se habla de calidad educativa cuando debería discutirse qué clase de educación debemos tener para construir una sociedad distinta, dentro de los parámetros de libertad, democracia, equidad social como económica. Precisamente esta es una oportunidad para que los maestros peruanos escriban y se conozcan sus preocupaciones históricas, así como saber si conocen o no la labor educativa de José Portugal Catacora.
Pero el mejor homenaje a un maestro peruano del siglo XX que fue capaz de crear un pensamiento pedagógico que trascendió a su tiempo histórico, es publicar sus obras completas. Además, convocar un simposio nacional para difundir su pensamiento pedagógico con la intervención de los más importantes maestros peruanos. Esa es la tarea que deben cumplir sus descendientes y familiares, en coordinación con las entidades educativas superiores en las que trabajó. Estamos seguros que solo así las nuevas generaciones de maestros peruanos podrán tomarlo como ejemplo y permanente referente tal como es: Un maestro paradigmático que educó en base a la identidad cultural, el conocimiento de la realidad nacional, la innovación de la pedagogía y humanización del proceso educativo.
1.- José Antonio Encinas. Un ensayo de escuela nueva en el Perú. Imprenta Minerva. Sagástegui 689. Página 5, 1932, Lima.
2.- José Portugal Catacora. Organización de la Nueva Escuela Rural. Edición del autor en mimeógrafo. Página 8. 1956. Puno.
3.- Autobiografía de José Portugal Catacora. Propiedad particular.
4.- Autobiografía de José Portugal Catacora. Propiedad particular.
5.- Autobiografía de José Portugal Catacora. Propiedad particular.
6.- José Portugal Catacora. Estrategia para guiar el aprendizaje. Colección textos Universitarios. Página 11. Editorial Universo S. A. 1891. Lima.
7.- José Portugal Catacora. Estrategia para guiar el aprendizaje. Colección textos Universitarios. Página 13. Editorial Universo S. A. 1891. Lima.
Empezó desde la base social formulando una pedagogía auténticamente renovadora y humanista, hasta llegar a la cúspide de la organización piramidal del sistema oficial educativo peruano. Primero, intervino en la organización de la Nueva Escuela Rural, participando como docente en la formación de maestros de los Núcleos Escolares Campesinos. Segundo, tuvo a su cargo la fundación y funcionamiento del Instituto Experimental de Educación Primaria de Puno, convirtiendo a ese centro educativo en una nueva experiencia pedagógica en América Latina. Tercero, redactó un texto que se refiere a la estructuración de una guía y estrategia para el aprendizaje. Es decir, creó un instrumento pedagógico, para que los maestros tomen conciencia de la realidad nacional y puedan transformarla para hacer del Perú, una nación con niños libres y sanos, pero sobre todo, con los mismos derechos de acceso a los bienes intelectuales y materiales.
Una lectura de sus libros sobre educación, pedagogía, metodología y el sistema educativo, sobre todo en lo referente a sus reflexiones en torno a sus experiencias pedagógicas, denotan la asimilación intelectual de los educadores clásicos del siglo XX. Sin embargo, no adoptó el pensamiento pedagógico de ninguno de ellos, sino que decidió transitar por una vía propia y distinta, de acuerdo a la realidad social del medio en que ejerció la función de líder y educador. No obstante, lo más destacable es que le dio continuidad en el tiempo histórico, a la obra pedagógica iniciada por Telésforo Catacora y José Antonio Encinas, quien alentó con entusiasmo la labor de José Portugal Catacora, porque el hecho de establecer niveles de aprendizaje en la educación primaria, significó una novedosa experiencia educativa.
Pero no todos los docentes, maestros, funcionarios y ministros de educación, alcanzan a formular o a tener un pensamiento pedagógico. El pensamiento pedagógico de un maestro viene a ser, el hecho de reconocer sus nuevos y singulares aportes realizados en materia educativa, en un determinado contexto cultural. Es el resultado de un proceso de reflexión, sobre una experiencia inédita en materia de una educación liberadora. Viene a ser la posibilidad de sistematizar la función pedagógica, que ha ejercido un maestro en un tiempo determinado, tomando en cuenta los fines y objetivos que se haya propuesto. Finalmente, el pensamiento pedagógico de los grandes educadores, tiene que ver con el compromiso respecto a la sociedad en la que trabajaron, para transformarla y construir una sociedad justa. Todas estas condiciones y exigencias reúne el pensamiento pedagógico de José Portugal Catacora, teniendo en cuenta que empezó siendo profesor de educación rural y llegó a teorizar, acerca de un distinto sistema educativo peruano, para encarar la realidad social del siglo XX.
En efecto, después de una fecunda experiencia como docente, debido sobre todo a sus estudios y conocimiento de la realidad campesina de Puno, se le encargó desarrollar un curso de orientación pedagógica, durante los cursos de especialización para maestros rurales, el mismo que se desarrolló en la Granja Salcedo en 1946. Todo cuanto se pueda comentar y extraer lo esencial acerca de su pensamiento pedagógico inicial, está expresado en su libro: “Organización de la Nueva Escuela Rural” (1965). Es un texto esencial para analizar su capacidad, inteligencia y humanismo, más aún, para acercarse a su innata vocación para educar a niños rurales pobres, diseminados en la parte sur andina del Perú.
El texto publicado once años después de esa experiencia pedagógica, guarda un proceso de reflexión y distancia que se parece a la que tuvo José Antonio Encinas. Como se sabe, Encinas fue director del Centro Escolar 881 de Puno entre 1907 y 1911. En la nota preliminar dice: “Escrito este libro en París, solo ha podido ser impreso en 1932” (1). Es decir, veintiún años después que dejó Puno. Los Núcleos Escolares Campesinos empezaron a funcionar en 1947, después que se firmara en Arequipa, un convenio entre los ministros de educación Luis Eduardo Valcárcel por el Perú y el mayor Jorge Calero por Bolivia. El presidente del Perú era José Luis Bustamante y Rivero y de Bolivia, Gualberto Villarroel.
Este hecho vino a ser el resultado de las conversaciones y Jornadas de Educción Rural, que se realizaron en la Escuela Indigenal de Warisita (Bolivia). A las exposiciones y conferencias dictadas por José Portugal Catacora, en la Granja Salcedo, asistieron 56 maestros-alumnos, (40 peruanos y 16 bolivianos), después de las cuales se realizaron grandes debates, teniendo en cuenta que se trataba de muchos docentes con gran experiencia educativa.
El maestro puneño, en una parte de la presentación de su libro escribió: “En la actualidad, el personal especializado al servicio de los sesenticinco Núcleos Escolares Campesinos son cerca de trescientos en el Perú. Esta circunstancia nos ha sugerido la idea de presentar esta reimpresión mimeografiada con el objeto de hacer conocer a los nuevos servidores de Educación Rural, la doctrina inicial con que se establecieron los Núcleos Escolares Campesinos y propiciar, a quienes la conocieron, la oportunidad para que puedan hacer un balance entre las teorías primarias y la práctica lograda o los nuevos criterios con que se haya incrementado su adoctrinamiento posterior”. (2)
En lo que se refiere al funcionamiento del Instituto Experimental de Educación Primaria de Puno, el pensamiento pedagógico de Portugal se enmarca dentro de los principios de la Escuela Nueva y los modernos postulados de la educación, las ciencias sociales y la sicología social. Recogió la experiencia de la educación intuitiva que proviene de la cultura aymara y quechua. Los niños en esas culturas no son tratados de acuerdo a la edad cronológica sino en virtud al desarrollo sicológico que experimentan. Desde los cinco años trabajan ayudando a sus padres, luego aprenden los usos y costumbres. La educación, cultura y responsabilidades que tienen está en relación a la madurez que adquieren, es una acción educativa que no ha cambiado mucho. En el Instituto Experimental de Educación Primaria, el aprendizaje era por niveles no por edades, tenía el propósito de vincular al niño con la sociedad en que vive y lo que aprenda, no le sirva solo para pasar de año, sino para la vida.
Para tener una idea amplia acerca de su labor en el Instituto Experimental de Educación Primaria, es necesario tener en cuenta el texto del informe que presentó al Ministerio de Educación (15 de abril de 1956) (3). Lo más importante viene a ser los conceptos en torno al Plan Pedagógico, cuya síntesis puede ser: Reivindicar el quechua y el aymara como instrumento educativo y afianzamiento de la identidad cultural. Educar en función a la madurez sicológica y habilidad de los alumnos. Formar hábitos de trabajo en referencia a la realidad socio-cultural. Ampliar el rol de la escuela social preconizada por Encinas. Aplicar las modernas y nuevas conquistas de las ciencias sociales, sicología y pedagogía del siglo XX. Alentar la vocación de los niños para que desarrollen aptitudes en relación a la creación artística.
Otro importante documento es el presentado al Ministerio de Educación, en el que propuso que el sistema de educación secundaria tuviera el mismo carácter experimental pedagógico. Como dice en su autobiografía (4), fue duramente combatido por un magisterio conservador y ajeno a la necesidad de innovar el sistema educativo. Los alumnos que egresaban de la Escuela Experimental, eran criticados y a veces agredidos por profesores del Colegio San Carlos de Puno, por lo que Portugal, se vio obligado a publicar una carta abierta de protesta para que sus alumnos no fueran maltratados, por algunos profesores que no tenían estudios en materia pedagógica (5).
Al referirse a la estrategia para guiar el aprendizaje, señala que se trata de una experiencia durante su permanencia como funcionario en el Ministerio de Educación, habiendo sido Jorge Basadre, quien le encargó hacer llegar a los maestros peruanos: “Directivas pedagógicas por lo menos una vez al mes. Sin embargo – escribe- Portugal, aquel buen deseo del eminente educador y nuestra disposición favorable no pudieron cumplirse en diez años de nuestra permanencia en el Ministerio de Educación, pues cada vez que lo intentamos nos perdimos siempre en la vorágine de papeles que prima en las gestiones administrativas”. (6)
En la parte introductiva del texto dice: “Todo educador debe tener una clara conciencia de la realidad de su Patria, como condición indispensable para educar con eficacia a las nuevas generaciones; ningún educador que ignore las potencialidades naturales de su país podrá planificar con objetivos concretos sus tareas docentes. Esta premisa exige la necesidad que los educadores, sin excepción, tengan que conocer a la luz de las características de nuestro tiempo la realidad geográfica, económica, histórica, social, cultural, cívica y educacional del pueblo, cuyos hijos han de educarse bajo la acción de su responsabilidad”. (7)
En fin, habría que preguntarse cuál es la situación real ahora de la educación peruana. La respuesta es muy sencilla. Se ha implementado una educación de carácter colonial sin objetivos históricos nacionales. Se habla de calidad educativa cuando debería discutirse qué clase de educación debemos tener para construir una sociedad distinta, dentro de los parámetros de libertad, democracia, equidad social como económica. Precisamente esta es una oportunidad para que los maestros peruanos escriban y se conozcan sus preocupaciones históricas, así como saber si conocen o no la labor educativa de José Portugal Catacora.
Pero el mejor homenaje a un maestro peruano del siglo XX que fue capaz de crear un pensamiento pedagógico que trascendió a su tiempo histórico, es publicar sus obras completas. Además, convocar un simposio nacional para difundir su pensamiento pedagógico con la intervención de los más importantes maestros peruanos. Esa es la tarea que deben cumplir sus descendientes y familiares, en coordinación con las entidades educativas superiores en las que trabajó. Estamos seguros que solo así las nuevas generaciones de maestros peruanos podrán tomarlo como ejemplo y permanente referente tal como es: Un maestro paradigmático que educó en base a la identidad cultural, el conocimiento de la realidad nacional, la innovación de la pedagogía y humanización del proceso educativo.
1.- José Antonio Encinas. Un ensayo de escuela nueva en el Perú. Imprenta Minerva. Sagástegui 689. Página 5, 1932, Lima.
2.- José Portugal Catacora. Organización de la Nueva Escuela Rural. Edición del autor en mimeógrafo. Página 8. 1956. Puno.
3.- Autobiografía de José Portugal Catacora. Propiedad particular.
4.- Autobiografía de José Portugal Catacora. Propiedad particular.
5.- Autobiografía de José Portugal Catacora. Propiedad particular.
6.- José Portugal Catacora. Estrategia para guiar el aprendizaje. Colección textos Universitarios. Página 11. Editorial Universo S. A. 1891. Lima.
7.- José Portugal Catacora. Estrategia para guiar el aprendizaje. Colección textos Universitarios. Página 13. Editorial Universo S. A. 1891. Lima.
http://www.librosperuanos.com/autores/articulo/00000001653/Jose-Portugal-Catacora-y-la-educacion-peruana